Las cifras dadas a conocer este lunes por el Banco Central confirmaron que la economía volvió a tener un comportamiento positivo el tercer trimestre, después de tres trimestres consecutivos de retrocesos.
Según reportó este lunes el Banco Central en su Informe de Cuentas Nacionales el Producto Interno Bruto (PIB) registró un aumento de 0,6% en julio – septiembre frente a igual periodo de 2022. El dato además fue superior al incremento de 0,2% que se había informado a principios de noviembre para la variación del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) en el tercer trimestre.
La demanda interna, en tanto, exhibió una caída de 3,6% incidida por un menor consumo e inversión.
Las exportaciones netas presentaron la mayor contribución al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), efecto que fue explicado en gran medida por la caída de las importaciones.
Por su parte, cifras ajustadas por estacionalidad dieron cuenta de un aumento de 0,3% en el PIB respecto del período anterior. El PIB no minero presentó una caída de 0,1% en doce meses, mientras que en términos desestacionalizados creció 0,2% respecto del trimestre anterior.
El trimestre presentó un día hábil menos que el mismo período de 2022, registrando un efecto calendario negativo de 0,1 puntos porcentuales.
Desde la perspectiva del origen, la variación anual del PIB se explicó, principalmente, por el aumento de las actividades de minería, servicios personales y Electricidad, Gas y Agua. En contraste, las principales incidencias a la baja se registraron en los sectores de comercio, servicios empresariales, transporte e industria manufacturera.
En términos desestacionalizados, la variación trimestral del PIB fue determinada por el dinamismo de EGA y, en menor medida, por el crecimiento de la minería
Desde la perspectiva del gasto, el desempeño de la actividad económica estuvo determinado por un aumento de las exportaciones netas que fue compensado por una menor demanda interna. El consumo de los hogares se redujo 3,6%, destacando el menor gasto en bienes no durables y, en menor medida, en durables. Compensó parcialmente lo anterior el consumo de servicios.
La inversión cayó incidida, principalmente, por la variación de existencias, la que alcanzó en doce meses un ratio negativo de 1,3% del PIB. La formación bruta de capital fijo (FBCF) retrocedió en 4,1% en particular el componente asociado a maquinaria y equipo.
Por otro lado, las exportaciones netas presentaron la mayor contribución al crecimiento del PIB, efecto que fue explicado en gran medida por la caída de las importaciones. En tanto, las exportaciones aumentaron marginalmente. El resultado de las exportaciones (0,2%) fue incidido principalmente por mayores envíos de productos químicos, celulosa, frutas y servicios de turismo. Este efecto fue contrarrestado, en gran parte, por menores exportaciones de cobre, litio, madera y vino.
Las importaciones, por su parte, decrecieron 10,9% en línea con menores internaciones de maquinaria y equipo, combustible y vestuario y calzado.
Fuente: Pulso